Quizás muchas veces has sentido la motivación por empezar una vida más sana o hacer un cambio positivo en tu rutina, pero al empezar a investigar del tema te encuentras con una avalancha de información, numerosos debates sobre los tipos de dieta que deberías seguir, alimentos que deberías eliminar, batidos que deberías incorporar, opiniones sobre la cantidad de horas de ayuno, si desayunar antes o después del deporte, entre muchos otros mitos y verdades sobre la alimentación saludable. Entonces ¿Por dónde empezar? Ante tal confusión prefieres seguir con tu día a día y no complicar tu rutina.
Soy Juanita Lira, me diagnosticaron cáncer de mama a mis 22 años y desde ese momento decidí hacer un cambio en mi alimentación con la motivación de optimizar mi salud y calidad de vida. Fue ahí cuando, al igual que tú, me enfrenté a una enorme cantidad de información. Luego de 8 años en este camino, he logrado aprender del tema y cambiar mi estilo de vida a uno mucho más saludable, no sólo en el ámbito de la alimentación si no que también evitando el estrés, escuchando al cuerpo, descansando cuando lo necesita y optando por tener relaciones sociales sanas, incluyendo deporte y actividades que ayudan a mi cuerpo a estar más equilibrado. Aún así sigo descubriendo y experimentando día a día lo que es mejor para mí y lo que llamo “La Ruta Saludable”, un camino hacia un estilo de vida más sano, que va presentando obstáculos, altos y bajos, pero que avanza hacia adelante.
Hoy quiero unirte a esta ruta y ayudarte a empezar una vida más sana. Como sé que puede ser complicado decidir por dónde abordar este tema quiero entregarte 6 tips concretos y alcanzables para que puedas hacer un cambio positivo en tu vida.
- APLICA Y CONOCE Y LA BIOINDIVIDUALIDAD
¿Qué es la bioindividualidad? Se trata de la “característica particular de la personalidad de un individuo que lo distingue singularmente de los demás”. Esto quiere decir que todos, TODOS, somos distintos. No hay cuerpo igual al de al lado. Y esto significa que “lo que es alimento para algunos, puede ser veneno para otros”. No porque a mi hermana le funcione un tipo de dieta, será exitosa para mí. O no porque mi vecina sea intolerante al gluten, lo seré yo. No existe la dieta milagrosa ni el tipo de alimentación adecuada para todos por igual.
Es por esto que es muy importante que empieces a conocer tu cuerpo. ¿Qué te da energía? ¿Qué alimentos te hacen sentir mal? ¿Qué tipo de dieta te funciona mejor? Tú te conoces mejor que nadie, empodérate y decide qué es lo mejor para ti.
- CONOCE LO QUE ENTRA A TU CUERPO
Si vas a empezar a alimentarte más sano, empieza leyendo las etiquetas y conociendo la comida que entra a tu cuerpo. ¿De qué están hechas las galletas que comes a diario al mediodía? Acostúmbrate a leer el reverso de los aliemntos para conocer su contenido nutricional. Con esto no me refiero a verificar la cantidad de calorías, me refiero a la lista de ingredientes. Que sean naturales, simples y ojalá una lista no muy extendida. La ley chilena exige que los ingredientes estén ordenados de mayor a menor según la cantidad de este ingrediente en el alimento. Es decir, si los cereales que comes cada mañana tienen como primer ingrediente azúcar significa que lo que más tiene ese producto es azúcar. Te recomiendo reemplazarlo.
De todas maneras siempre prefiere comer el ingrediente en sí mismo: manzana, papas, aceite de oliva. Son alimentos no procesados que no contienen más ingredientes y no están envueltos en un paquete.
- NO SEAS EXTREMISTA, ENCUENTRA EL EQUILIBRIO 80/20
Los cambios tan abruptos y extremistas en general no perduran en el tiempo. No seas tan exigente contigo mismo y encuentra un equilibrio. Me encanta el 80/20: que el 80% de tu alimentación sea saludable y deja un 20% para ese gustito que te produce placer. Esto evitará que estos cambios en tu vida te generen ansiedad y termines tirando por la borda tu progreso.
- FIJA METAS ALCANZABLES Y CONCRETAS
Define metas que sean alcanzables, concretas y ojalá no más de una o dos a la semana o al mes. Una vez que este nuevo desafío ya se haya incorporado a tu rutina, puedes seguir y definir la siguiente. Pero de a poco, sin caer en la ambición de querer hacer muchos cambios a la vez, porque nuevamente, no será perdurable en el tiempo.
Algunos ejemplos que pueden servirte: tomar más agua, practicar cocinando en vez de comer comida procesada, abrir menos paquetes, aumentar el consumo de verduras, limpiar tu despensa, agregar una ensalada en cada comida, hacer deporte una cierta cantidad de veces a la semana, desarrollar alguna actividad que te ayude a reducir el estrés y fijar una cantidad mínima de horas de sueño al día.
- EVITA EL ESTRÉS
El estrés es un sentimiento de tensión física o emocional, una reacción de nuestro cuerpo que nos ayuda a actuar en determinadas circunstancias de la vida. Es decir, el estrés puede ser positivo porque nos permite sobrevivir o actuar ante situaciones de peligro, nerviosismo o frustración. Como por ejemplo correr cuando nos persigue un perro o no llegar tarde al primer día de trabajo; mi cuerpo está alerta y entonces me despierto a tiempo. En todos estos eventos, el cuerpo libera una hormona llamada cortisol, que ayuda a dar respuesta a lo que genera el estrés.
El GRAN problema es cuando sometemos al cuerpo a prolongadas situaciones que nos generan este estado ya que el exceso de cortisol en nuestro organismo tiene consecuencias muy negativas. En estos casos, el cuerpo se encuentra en un estado de lucha constante generando inflamaciones, dolores y enfermedades. Poco servirá que te alimentes excelentemente bien si tu cuerpo está sometido a situaciones graves de estrés.
Quiero recalcar que el estrés puede originarse por situaciones en el trabajo, relaciones sociales tóxicas, estar constantemente sobrexigido, no saber parar y querer ser productivo 24/7. Pero también por alimentar el cuerpo de mala manera, hacer dietas o ayunos muy extremistas, sobrexigir al cuerpo con el deporte, no descansar lo suficiente, entre otros.
Algunas recomendaciones para evitar a este gran enemigo llamado estrés:
- Practica actividades que te den calma como hacer meditación, yoga, leer un libro, pintar, estar más tiempo en la naturaleza, hacer ejercicios de gratitud o respiración y pasar tiempo con amigos.
- Organiza tus tiempos y espacios de trabajo.
- Aprende a delegar y darte un descanso cuando tu cuerpo te lo pide.
- Aprende a decir que no.
Y recuerda mente sana, cuerpo sano.
- ENCUENTRA TU MOTIVACIÓN
¿Por qué quieres hacer un cambio? ¿Cuál es la razón más profunda que te impulsa a buscar un estilo de vida más saludable? Te invito a escribir con lápiz y papel esa motivación concreta que te mueve: puede ser por un tema de salud, rendimiento en un deporte, sentirte con más energía, seguridad personal o bienestar físico.
Es importante tener claridad respecto de esta motivación porque empezar con energía puede ser fácil, pero cuando ya estés más cansado y no tengas ganas de perseverar, es necesario recordar ese profundo deseo que te mueve y verás que es mucho más fácil seguir adelante con tus propósitos.

Juanita Lira