La salud comienza en el intestino. Si tu intestino no funciona correctamente, tu cuerpo sufrirá las consecuencias, incluido el sistema endocrino (hormonal).
El intestino está compuesto por billones de bacterias, algunas beneficiosas y otras perjudiciales. Necesitamos los dos tipos de bacterias, pero es importante que las beneficiosas sean la mayoría. En un intestino sano se crean al menos 20 tipos de hormonas diferentes. Estas no solo afectan tu salud física, sino también a la emocional y mental. Tu estado de ánimo y tu conducta dependen en gran medida de las bacterias intestinales.
Por otra parte, el 80% del sistema inmunitario está en el colon. Un intestino permeable puede afectar al sistema inmunitario, lo que provoca enfermedades autoinmunes. Este tipo de enfermedades son más comunes en mujeres que en hombres.
Un intestino permeable es sinónimo de un desequilibrio. Las paredes intestinales son las que realizan la función de distinguir entre lo que puede ser absorbido por el organismo y lo que debe ser eliminado sin utilizar. Cuando la mucosa intestinal se inflama o deteriora, tus paredes intestinales pueden “perforarse” dejando pequeños espacios o “agujeros” y estos espacios en la pared intestinal pueden dejar pasar todo tipo de bacterias, toxinas, parásitos y moléculas de alimentos más grandes al torrente sanguíneo y es por esto que el sistema inmunitario tiene que trabajar más para sacar a estos agentes del organismo y esto también puede producir desequilibrios hormonales.
Los síntomas de intestino permeable pueden ser muy diversos, entre ellos: todo tipo de problemas en la piel, síndrome de intestino irritable, fatiga crónica, reacciones alérgicas, problemas articulares, problemas de concentración y memoria, todo tipo de enfermedades autoinmunes incluidos problemas de tiroides, fibromialgia, etc.

El deterioro de la mucosa intestinal tiene causas comunes como el alto consumo de gluten, fructosa añadida, azúcares, productos lácteos, aditivos químicos en los alimentos (como por ejemplo el glutamato de sodio), los colorantes, sabores y fragancias artificiales, antibióticos dietéticos (presentes en los alimentos como las carnes o pescados no ecológicos), pesticidas, alcohol, estrés y medicamentos como los antibióticos y antiinflamatorios.
El grado de permeabilidad intestinal puede variar dependiendo de lo irritada que esté la mucosa y el tiempo que lleve en ese estado. Un buen suplemento de probióticos puede ayudar porque aporta bacterias intestinales saludables, pero también el hecho de cuidar y limpiar nuestra dieta nos ayudará de manera significativa.
Algunos consejos para la salud intestinal a través de la dieta (siempre y cuando toleres bien estos alimentos):
Come verduras, legumbres, hierbas, grasas saludables, toma mucha agua (idealmente filtrada), toma kéfir (yogur de pajaritos) u otros alimentos fermentados como la kombucha de buena calidad, kimchi, agua de kéfir o chucrut, evita los azúcares y el estrés, evita comer mucha grasa animal y mantente activo y por supuesto, cuidar la calidad del sueño y descanso es fundamental para nuestra salud integral.

Macarena Linford
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